En más de 60 universidades se están llevando adelante campamentos para pedir el alto al fuego en la Franja de Gaza y que las universidades dejen de invertir en empresas israelíes involucradas con el ejército del país.
Reporte de nuestro corresponsal en Estados Unidos, Sebastián Rubio [Descargar]
Por Sebastián Rubio
En el territorio estadounidense, a lo largo de la semana, las protestas pro-palestinas en las universidades no mostraron signos de desaceleración. Se observó que, con el paso de los días, la presencia aumentaba, no solo de los estudiantes sino también con el acompañamiento de la comunidad, mientras las autoridades incrementaban la presión para controlar a la población.
El conflicto se intensificó inicialmente cuando las autoridades intentaron desmantelar los campamentos donde los jóvenes prometieron permanecer hasta que el gobierno cumpla con sus demandas. Estas incluyen un alto al fuego en la guerra de Israel contra Hamas; que las universidades dejen de invertir en empresas israelíes involucradas con el ejército del país, así como el fin de la asistencia militar estadounidense a Israel.
Las protestas se han extendido a alrededor de 60 universidades en Estados Unidos, donde la respuesta de las autoridades no ha conducido a una solución efectiva. Con los enfrentamientos, el profesorado ha criticado a los presidentes de los centros educativos que recurrieron a la fuerza para desalojar a los manifestantes. Por otro lado, tanto los directores de las universidades como el Senado han formado grupos de trabajo para intentar resolver la protesta.
Más de 500 personas han sido detenidas durante las protestas, lo que ha desencadenado más actos violentos contra las autoridades y propiedades institucionales. Las universidades han tomado medidas coercitivas para controlar las protestas, que van desde el impedimento de entrar al campus en caso de haber sido detenido anteriormente, hasta la ‘suspensión temporal’ del comité de Solidaridad con Palestina, organizador de las manifestaciones.
En el caso de la Universidad George Washington, situada en el centro de la capital estadounidense, se advirtió a los estudiantes que cualquiera que permanezca en el campus podría ser suspendido temporalmente y recibir una prohibición administrativa de acceso.
En la Universidad de Florida, se advirtió a los estudiantes que, de apoyar las protestas, podrían ser suspendidos o incluso expulsados por hasta tres años si participan en las manifestaciones.
En la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, alrededor de 75 estudiantes montaron un campamento y colocaron pancartas haciendo un llamado a la comunidad a tomar conciencia del conflicto contra los palestinos.
Algunos estudiantes pro-Israel han expresado preocupación durante las protestas porque consideran que las manifestaciones han fomentado el antisemitismo y temen enfrentamientos que los puedan afectar las instituciones educativas. Otros han hecho presencia en el campus para contrastar las exigencias de la comunidad pro-palestina.
El grupo islamista palestino ha reportado alrededor 76,901 heridos durante el conflicto, y más de 34,000 personas han muerto en Gaza, según Hamás. Esto ha llevado a que más de un millón y medio de personas se hayan visto obligadas a abandonar sus hogares desde que comenzó la ofensiva israelí.
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